Por lo general, y con mucho trabajo, estos perros tienen solución. Pero también se dan casos en los que no hay solución posible y es entonces cuando vienen las lamentaciones. Nunca nos paramos a pensar que es lo que ha podido pasar para que este perro no valga, ya que por ignorancia, lo atribuimos a caprichos de la naturaleza. Sin embargo, en un 99% de las ocasiones la culpa de estos llamados defectos ha sido nuestra.
Cuando al propietario del perro le dices que ha sido culpa suya, las reacciones pueden ser múltiples, pero casi siempre surge la frase que denota la falta de conocimientos: “lo he hecho como con los demás y siempre me ha salido bien o “hay que ver la mala suerte que tengo con los perros”.
Pienso que son pocos los cazadores que comprenden por qué y cómo funciona la mente de nuestros perros de muestra y debido a esto, hacemos cosas incomprensibles, que según las asimile nuestro can, pueden derivar en grandes problemas. Para evitar estos problemas es básico una buena iniciación y educación desde cachorros y conocer las bases del aprendizaje de nuestros perros. Esto nos ayudará a disfrutar en el futuro con nuestros perros de caza.