En las hembras, en ocasiones al quedarse preñadas suele reaparecer este instinto debido al cambio hormonal y fundamentalmente a la creciente necesidad de alimentar a sus cachorros, aunque no siempre es así. Recuperar en estos ejemplares el instinto de predación, consiste principalmente en devolverle al perro a su estado natural, es de decir volver a "ser un perro". Esta transformación suele ser muy muy complicada y solo se consigue en algunos ejemplares.
Pues bien el caso que hoy os exponemos en nuestro video es un claro ejemplo de esta falta de instinto predatorio, algo difícil de explicar en perros de líneas de caza, pero que en ocasiones y debido a los problemas que comentamos anteriormente suele aparecer en algún perro. Un breton que su propietario utiliza para cazar en puesto las palomas y malvices y que por tanto necesita disponer entre otro un cobro perfecto. Para llegar a esto primero debemos de "sacar" y "desarrollar" el instinto perdido.
Veréis que el epagneul breton del video apenas va a buscar la pieza, algo totalmente acorde a su ausencia de instinto de predación. Para ir trabajando este problema hemos introducido un elemento de motivación adicional. Un perro más experimentado, con un instinto de predación y cobro natural, algo que puede aumentar la "competencia" por la pieza y que puede hacer reaccionar a nuestro perrito potenciando de esta forma su instinto predatorio.
Después de varios días trabajando podéis ver como el perro ya emboca las piezas y hasta nos las trae. Deberemos de seguir trabajando con él y con mucha paciencia intentar que este precioso breton recupere su instinto y vuelva a ser perro para disfrutar con su dueño de maravillosas jornadas de caza.