Perseguir la pieza: Esta es la fase más común, donde los perros de caza persiguen la pieza cuando la ven volar. La casi totalidad de los perros deberían de tener. Si un perro de caza carece de instinto de persecución malo.

Coger la pieza: La segunda fase sería cuando el perro consigue coger la pieza al darle alcance. Esta fase ya no se da en el 100% de los perros y el porcentaje es cachorros es altísimo.

Traer la pieza: En esta fase el porcentaje baja muchísimo, ya que muchos perros persiguen, alcanzan pero a la hora de traer la pieza es otra historia. Imaginemos por ejemplo un niño al que le queremos quitar su pelota. Si este intuye que no se la vamos a devolver ¿Cómo reaccionaría?

Seguramente como hacen muchos de los perros que no entregan. Salir corriendo o huyendo con su juguete o “tesoro” favorito, escondiéndolo en otros casos, o mirarnos con la pieza en la boca sin hacernos caso. Siempre en estos casos es mejor cambiar que quitar, ya que las cosas siempre se entregan mejor cuando hay caricias o premios de por medio.

Siguiendo con el ejemplo del niño. ¿Qué pasaría si le pedimos la pelota al niño y si este no nos la da comenzamos a gritarle improperios? Creo que la respuesta la conocéis todos, y lo más normal es que no lo haga y si lo hace, este lo haga a regañadientes, llorando y cabizbajo.

Así pues y como comentaba al principio de esta artículo, las causas por las que un perro no cobra pueden ser muchas aunque las mas habituales suelen ser:

• Falta de premios
• Exceso de jerarquía por parte del dueño
• Una boca dura
• Ansiedad
• Etc..

Cada una de estas causas requiere de un trabajo y método específico que os iremos contando en próximos artículos. 

Pues bien, una vez hecha esta pequeña introducción al cobro, quiero comentaros el trabajo que hemos ido realizando con una joven perrita de 2 años, en este caso de la raza springer spaniel. Su propietario quería que respetara el tiro y realizara el cobro a la orden, algo básico cuando se caza en puesto fijo, ya sea a zorzales, palomas o cualquier otra especie.

Para llegar a lo que veis en el video, hemos tenido que ir paso a paso consolidando ejercicios como junto, quieto (primero con correa y despues sin ella), quieto a distancia y por supuesto una llamada perfecta, fundamental como hemos comentado tantas veces en el trabajo del cobro. Una vez consolidado el quieto, lanzamos piezas de caza muerta para potenciar el cobro a la orden, hasta llegar al resultado final, el disparo y abatimiento de la pieza, donde el perro debe de respetar y realizar el cobro a la orden, realizando la entrega de la pieza a la mano de su dueño.