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Presos de las Prisas con los Cachorros Destacado

Jul 03 2017
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            El mayor error que podemos cometer es adquirir un cachorro poco antes del desvede general. Comenzamos a contar rápidamente que edad tendrá para el día que se abra la veda,...ummm muy joven, bueno para diciembre ya tendrá 7 meses, a ver, a ver,... si creo que en diciembre o los últimos días de enero lo podré sacar, este es un futuro campeón ¡seguro!

            ¿No os ha pasado nunca esto? Seguro que si, es normal, es bueno tener ilusión, tener buenas expectativas, pero hay que tener presente la realidad, ese perro que tenemos en la perrera o en casa esperando el gran día es UN CACHORRO y como tal debemos exigirle, es decir nada. Teniendo esta premisa clara como el agua de manantial no habrá problema alguno, pero “claro” también es el hecho de que en esta sociedad actual somos presos de las prisas, y esa prisa se contagia a cualquier actividad. En adiestramiento o en caza, las prisas son malas consejeras, hay que desecharlas. De eso precisamente va a tratar este artículo.

 

           

¿CUÁNDO SACO EL CACHORRO A CAZAR?

            Antes de plantearnos esto hay que tener en cuenta que no hay dos perros iguales, hay que desechar lo que oigamos de otros compañeros, de aquel cachorro que aguantaba, que cobraba, ¡que mostraba! ¿qué hacemos entonces? Simple, fijarnos mucho en el perro, sacarlo mucho, socializarlo, jerarquizarlo, someterlo a ruidos extraños, a ruidos fuertes, estar seguros de que el miedo a los disparos no será un atenuante.

            A continuación debemos tener presentes tanto la maduración fisiológica como la psicológica del cachorro. El cachorro debe “hacerse perro”, en torno a los 5, 6  meses y hasta el año y medio más o menos (sacarlo a cazar antes es de locos), sus músculos se están fortaleciendo, sus huesos se están construyendo aún, si no tenemos esto en cuenta podemos estropear el buen desarrollo motriz de un cachorro, y eso en un perro de caza lo es todo. De modo que hay que desterrar la idea de sacarlo una jornada completa, como mucho un par de horas, tres a lo sumo. La psicología del cachorro hay que tenerla muy en cuenta también, no solo la socialización de este cuenta, también hay una madurez psicológica que se va formando a través de experiencias. Ahora las positivas deben tener prioridad, de modo que si queremos sacar al cachorro de 5 o 6 meses mejor que salgamos solos, olvidaros de compañeros, de tiroteos, de carreras de otros perros, vuestro cachorro no sabe aún a lo que va, no entiende nada.

EL TÓPICO DEL MAESTRO

            Es ya algo común oir entre cazadores eso de “saca al cachorro con el grande para que aprenda” ¿aprender que? A que no puede seguir su ritmo? A querer jugar y que el otro le tire dos tarascazos para decirle deja me en paz? ¿ahora los perros aprenden por imitación? Entonces para enseñarlos a cobrar con ver a otro le bastará ¿no? Según esa teoría con llevar un perro adiestrado un par de días el otro aprende ¿no veis que es un planteamiento ridículo?

            Si, vale, se que lo que se pretende decir, es que el adulto facilita al cachorro “experiencias” de caza que por si solo no tendría, vale, ese puede ser un punto a su favor, pero es solo eso UN PUNTO,  y además el ÚNICO a su favor, el resto no favorece, al contrario, es contraproducente. En primer lugar para el adulto que tiene que soportar al cachorro, pueden venir a relucir los celos, provocar en el adulto boca dura a la hora de cobrar, o simplemente que no quiera trabajar porque no lo hace tranquilo. El cachorro por su parte, puede convertirse o acostumbrarse a ser un gregario, es una postura cómoda, el otro es el que busca, el que encuentra ¿y el cobro? ¿cuándo va a cobrar una pieza un cachorro teniendo a un adulto compitiendo? Jamás o tal vez cuando crezca, si su instinto de cobro es grande y su carácter un tanto dominante, entonces podrá “luchar” por esa pieza, la pelea está asegurada, la pieza destrozada por la pugna y eso hasta que entre ambos se restablezca una jerarquía.

            Mi consejo por tanto es que saquéis solo al cachorro, una experiencia por si solo vale por veinte que le facilite un perro adulto, el cobro no será una competición, el cobro será un premio para él.

POSTURA DEL CAZADOR

            Visto lo visto, está claro que la postura del cazador, del propietario de ese cachorro que se está iniciando, es algo clave para el buen desarrollo tanto fisiológico como psicológico del can.

            El cazador debe tener claro lo que le puede “pedir al cachorro” en una jornada de caza, NADA, no le puede pedir nada, solamente que sea curioso, que descubra el nuevo entorno, que el cardo pincha, la zarza hiere y la hierba es suave. Que descubra olores nuevos, que intente descubrir de donde provienen esos olores, pero por dios no podemos pedirle a ese cachorro que CACE.

            Me suelen llegar algunas consultas entre cazadores: “nada no se entera, pues no pasó a dos metros de la perdiz amagada y nada de nada”

            Siempre digo lo mismo ¿y que esperabas? Lo extraño hubiese sido que hubiera hecho algo ¿esperabas que mostrara la perdiz?

            Si recordáis el artículo en el que hablábamos de cómo se forja la muestra en un perro, decíamos que el fuego que hace posible esa forja se llama “experiencia”. Siempre hago la misma comparación, la cabeza del perro es un puzzle compuesto por infinidad de piezas, esas piezas son experiencias que poco a poco forman el puzzle, que poco a poco “amueblan” la cabeza del perro y lo convierten en un gran perro de caza, en un pasable perro de caza o en un mediocre perro de caza. La genética tiene mucho que decir, pero el adiestrador, el dueño, el cazador son los que a la larga dictaminan y por tanto son los responsables de que ese perro sea bueno o no tan bueno.

Ahora bien ¿hablamos de cantidad de experiencias?

La cantidad influye, pero es preferible LA CALIDAD de esas experiencias. De nada le sirve a un perro de muestra que su dueño le mate 20 perdices si él no interviene para nada o lo hace mínimamente, a ese perro le favorecerá cien veces más cobrar una perdiz que él ha mostrado o rastreado su peón, que no siempre las va a mostrar, que 20 cobradas sin él intervenir. Esto tan simple no se nos mete en la cabeza, claro, luego es normal que los perros no muestren nunca más que codornices o conejos, esos si aguantan, pero ¿y las perdices? Pero si no le hemos dado la oportunidad de enfrentarse a ellas, a no ser ya muertas e inertes ¿qué queremos?.

Bueno pues incluso haciendo las cosas mal hay perros que salen “bandera”, la suerte está presente en todos los ámbitos de la vida pero no hay que hacer una religión en base a ella y encomendarnos a la virgen con cada cachorro que caiga en nuestras manos, basémonos en el sentido común que este no suele fallar.

CONCLUSIONES Y ACLARACIONES

  1. Si tenemos un cachorro y queremos inciarlo, tener presentes tanto su maduración fisiológica como la psicológica.
  1. Sacarlo solo, siempre es mejor solo.

            ¿a que edad? Nunca recomiendo hacerlo antes de los 5 o 7 meses y siempre que antes nos hayamos preocupado por sacarlo a menudo, de tenerlo en forma, de haberlo acostumbrado a los ruidos, a la gente.

3. ¿qué le pedimos al cachorro? Nada, solo lo que él esté dispuesto a dar, ahora es periodo de nuevos descubrimientos de nuevas experiencias que le ayudarán a “hacerse perro”.

4. ¿y el adiestramiento? Para un cachorro de 6 o 7 meses lo más básico, es decir, socialización correcta, jerarquización adecuada, atender a la llamada, haber practicado el cobro y poco más. Sus primeras experiencias en jornadas de caza son las que nos van a decir cuando comenzar con un adiestramiento más “severo”, en que aspectos deberemos trabajar más, pero claro para esto es indispensable “fijarnos” mucho en el cachorro, debemos estar más pendientes de él que de la caza, si, ya se que no es fácil, pero eso es crucial.

5. No expongáis al cachorro a excesivas experiencias con conejo, estas pueden deteriorar su muestra.

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Jesus Barroso

Adiestrador con más de 20 años de experiencia. Colaborador activo en prensa especializada como Perros de Caza, web del grupo V o Federcaza. Profesor en numerosos cursos sobre adiestramiento del perro de caza.

 695 368 411    jbsensei@hotmail.com

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