Como educar a mi perro: premiar o castigar

Abr 01 2016
Valora este artículo
(3 votos)

Toda acción premiada tiende a repetirse y toda aquella ignorada o castigada tiende a desaparecer.

Esto que parece tan obvio, es una de las bases del adiestramiento canino y muchas veces lo pasamos por alto. No nos damos cuenta, o no somos conscientes, de que la acción de educar a un perro y encauzar de una forma positiva todas las características y cualidades de nuestros perros van estrechamente ligadas a nuestros actos.

Tenemos la mala costumbre de solamente hacerle saber a nuestros perros lo que no nos gusta, sin recompensar ni capitalizar todas aquellas acciones que nos gustan. Esto, comparativamente, es como si a nuestros hijos tratáramos de educarlos solamente a base de castigos.

Existen dos comandos que nos van a ayudar a explicar a nuestros canes, de una forma clara y sencilla, todo aquello que nos gusta y queremos que repita y todo aquello que no nos gusta y deseamos que desaparezca. Son el NO y el MUY BIEN.

El comando NO debe ser dado con un tono de desaprobación, y a veces, acompañado de una pequeña reprimenda, para que nuestro perro sepa que lo que ha hecho no es lo que esperábamos.

El comando MUY BIEN debe ser dado en un tono alegre, y me atrevería a decir que hasta musical, acompañado cuando tengamos al perro cerca, de caricias y en ocasiones de premios gustativos. Debemos aprovechar cualquier acto, por pequeño que sea, para premiar a nuestros perros si queremos ir formando poco a poco un perro bien educado y alegre.

De como el  ¡MUY BIEN! Persigue al ¡NO!

Si nos basamos en que toda acción premiada tiende a repetirse y toda acción castigada o ignorada tiende a desaparecer, os vamos a explicar cómo hacer un perfecto manejo del NO y del MUY BIEN con un ejemplo.

Uno de los actos más repetidos por nuestros cachorros suele ser el de subirse a las piernas y mordernos el pantalón o los cordones.

Supongamos que queremos conseguir que nuestro perro deje de hacerlo. Si solo utilizamos el castigo, es muy posible que nuestro perro coja miedo e interprete que estar a nuestro lado no es bueno, por lo cual, y aunque no nos paremos a pensarlo, esto puede llegar a tener repercusiones hasta en el cobro.

La forma de hacerlo es muy sencilla. Cuando el perro se suba, daremos el comando NO, acompañado si fuera necesario, de un pequeño toque en el hocico y en cuanto el perro abandone esa posición empezaremos a premiarle con el MUY BIEN, acompañado en esta ocasión de caricias e incluso premios gustativos.

Esta acción, que con toda seguridad vamos a tener que repetir en numerosas ocasiones, al final dejara claro a nuestro cachorro que es lo que queremos y que es lo que no. Si hacemos un buen uso de los premios será un ejercicio que aprenderá a hacerlo de una forma alegre y dinámica, no dejando ninguna secuela en el camino.

Así que recordar, un perfecto manejo de los premios y castigos, y perseguir siempre el MUY BIEN después del NO, os ayudara a educar a vuestros compañeros de una forma dinámica y constructiva.  

Visto 2321 veces Modificado por última vez en Abr 02 2016
Más en esta categoría: Consolidando el junto con Ciara »
Victor Esandi

Adiestrador profesional por la RFEC y autor del libro "De la monta a la caza". Colaborador en programas cinegéticos como "Desveda" o "Adiestrando al grupo 7". Actualmente adiestrador oficial en coto Valdorba.

  676 197 845    victoresandi@hotmail.es

Inicia sesión para enviar comentarios